¿Cómo nacen las mariquitas?

El término “mariquitas” se emplea en diversos países para nombrar algunas especies, es una palabra habitual junto a los términos chinita, sarantontón, catarina, vaquita de San Antonio y vaquita de San Antón. Son insectos de vivos colores, de tamaño reducido. Sus colores les ayudan a mantener alejados a los depredadores, pues los colores brillantes se asocian con el veneno. Solo algunas son venenosas.

Reproducción de las mariquitas

Los machos cuentan con una especie de pene denominado edeago que solo es compatible con la hembra de su especie. Por lo tanto, si se confunde y trata de aparearse con una mariquita de una especie diferente no podrá unirse a ella.

Las mariquitas ponen huevos de color amarillo en grupos sobre las hojas. Siempre cerca de una colonia de pulgones que puedan servir de alimento para sus crías. El número de huevos que pueden poner las mariquitas van de unas decenas a varios cientos.

Nacimiento de las mariquitas

Después de una semana de la puesta, salen larvas de los huevos. Algunos huevos están fertilizados y otros no, se cree que la función de los huevos no fertilizados es la de servir de distracción a los depredadores, de esa forma consumen los huevos no fertilizados y los huevos fertilizados tienen más probabilidades de sobrevivir. Otra teoría afirma que los huevos no viables servirás de alimento a las larvas para evitar que se coman entre ellas.

Las larvas tienen seis patas y presentan gran movilidad. Son de color negro con manchas blancas y anaranjadas. Mudan tres veces antes de convertirse en pupas de color naranja o negro. Estas pupas se adhieren a las rocas, tallos y hojas.

De las pupas emerge un adulto de color amarillo que aún no ha definido sus colores. Los colores finales de la mariquita adulta aparecen en unas horas.