¿Cómo nacen las orugas?

Una oruga es la larva de los insectos del orden lepidóptera como las mariposas diurnas y nocturnas. Al ser larvas no pueden reproducirse pues no han alcanzado el estado de adultez o madurez sexual.

Las orugas son blandas y cilíndricas, poseen colores vistosos que advierten de su toxicidad o sabor desagradable.

Su cuerpo es largo y dividido en segmentos. Tienen seis patas y cinco pares de patas faltas. Se asemejan a las larvas de los sínfitos.

Reproducción de las mariposas

Para que una oruga pueda nacer las mariposas deben aparearse. Los machos enfrentan competencia sexual. Las hembras copulan una vez y los machos varias veces. Los machos eclosionan antes que las hembras para incrementar sus oportunidades de reproducción.

Los machos buscan a las hembras. Las especies territoriales vigilan su territorio en busca de hembras para aparearse.

Dependiendo de la especie, algunos machos buscan llamar la atención de la hembra. Luego de seleccionar a la pareja las mariposas realizan numerosos vuelos nupciales. Durante la copula la pareja permanece unida, esta, puede durar horas. EL macho deposita su espermatóforo en la bolsa copuladora de la hembra luego, ella regulará la fecundación de los huevos durante cada puesta.

Nacimiento de las orugas

La hembra mariposa pone los huevos, estos son muy pequeños con tamaños entre los 0,5 a 3 milímetros. Su aspecto y color variará según la especie de la mariposa y el nivel de maduración. Algunas mariposas los dejan sobre hojas y otras los dejan caer mientras vuelan.

Las larvas abandonan el huevo. Ya se denominan orugas y pasarán toda su vida consumiendo las hojas de la planta donde fueron depositadas. Al comer continuamente la oruga crece y se expanda. Debido a esto muda la piel constantemente.

Al alcanzar el tamaño y peso deseado la oruga teje una crisálida donde se ocultará hasta desarrollarse como mariposa.