¿Cómo respiran los chapulines?
Los chapulines son langostas o saltamontes de diversos colores que deben su nombre al cerro de Chapultepec o cerro de los chapulines en ciudad de México.
Los chapulines son muy importantes para el consumo humano pues contienen elevadas cantidades de proteína animal de gran calidad. Es tan importante el aporte de proteínas de los chapulines que solo 100 g aportan hasta el 70% de los requerimientos diarios mientras que 100 gramos de res o cerdo aportan el 54%.
Los chapulines cuentan con un sistema respiratorio traqueal, similar al de todos los insectos.
Respiración de los chapulines
Cuenta con 10 pares de espiráculos repartidos en su abdomen y tórax. En los estigmas se encuentran válvulas que son controladas por músculos que las abren o cierran dependiendo de las necesidades respiratorias del chapulín.
Estos estigmas se encuentran rodeados de vellos que previenen el ingreso de polvo y bacterias al interior del saltamontes o chapulín.
El aire ingresa a las tráqueas, tubos diminutos que recorren el cuerpo del insecto y se dividen en traqueolas que llevan el oxígeno a todas y cada una de las células que conforman el chapulín. Las tráqueas y traqueolas están rodeadas por un anillo protector de quitina que protege las uniones entre los tubos.
El CO2 es expulsado por las células hacia las tráqueas.
¿Qué espiráculos inspiran y cuáles expiran?
Los espiráculos responsables de inspirar son los primeros cuatro pares, son los encargados de succionar el aire cargado de oxígeno mediante los movimientos abdominales del chapulín.
Los últimos seis pares son los responsables de expirar, también mediante movimientos abdominales del insecto.
Las tráqueas y traqueolas son muy sensibles a las contracciones y expansiones del abdomen del chapulín.
La sangre de los insectos no es la responsable del intercambio gaseoso, simplemente tranporta nutrientes en el cuerpo del insecto.
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