¿Que comen las anemonas?
Las anemonas son seres maravillosos y muy curiosos que habitan en el fondo del mar, se mantienen fijas a los corales y algunas conchas marinas. Las anemonas son cnidarios pólipos, es decir, son animales que no se mueven en el mar sino que se fijan a un sustrato y permanecen en el durante toda su vida. Pueden llegar a medir desde 1.5 cm hasta 2 m de alto.
Las anemonas consumen presas incluso más grandes que ellas llegando a alimentarse de peces, crustáceos, larvas, gusanos y zooplancton.
Alimentación de las anemonas
Las anemonas están emparentadas con las medusas, sus tentáculos están provistos de veneno que inyectan a sus presas con el fin de inmovilizarlos. Las anemonas son muy oportunistas y consumen todo lo que puedan comer si la oportunidad se les presenta pues, si el alimento escasea morirán de hambre al no poder mover sus cuerpos.
Algunas anemonas consumen los caracoles y babosas marinas que otras anemonas no consumen para complementar su dieta básica de zooplancton, camarones, larvas, crustáceos y peces.
Cuando una presa es capturada y paralizada por los tentáculos, los cilios de la anemona se encargan de transportarla hacia la boca, los residuos que no son digeridos son regurgitados hacia el exterior. En algunos casos, las anemonas digieren los productos en descomposición que expulsan las baterías ubicadas en su sistema digestivo.
Mutualismo con otras especies
Los peces payaso y algunos crustáceos habitan en armonía con la anemona proveyéndola de limpieza mientras ella les provee un refugio seguro en el que habitar.
Se cree que los peces payaso transportan alimento a sus anemonas, otros afirman que el pez payaso consume lo que la anemona expulsa al exterior al no poder digerirlo, sea cual sea el caso, la ayuda es mutua, pues algunos peces pueden dirigirse hacia la anemona para atrapar al pez payaso y terminan convirtiéndose en el alimento de la anemona.
Los peces payaso se adaptan al veneno de la anemona desde el momento de su nacimiento, están recubiertos de un moco especial que ralentiza la acción del veneno permitiendo que el cuerpo del pez se adapte paulatinamente.
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